
Su verdadera fortaleza
The Conjuring: The Devil Made Me Do It
Sabemos que hay mucha gente escéptica, pero en sí, la aversión hacia lo paranormal era más latente en el pasado. En la nueva entrega de El Conjuro, Ed y Lorraine Warren además de lidiar con la incredulidad de las personas, tienen que enfrentarse a una posesión demoníaca, mientras defienden la inocencia de un joven. ¿Qué es lo que les ayudó a afrontar esto?
The Conjuring: The Devil Made Me Do It muestra el caso de Arne Johnson, el primero en los Estados Unidos en el que la defensa alegó una supuesta posesión demoníaca. Uno de los aspectos que la diferencia de las demás, es que ahora este espectro paranormal no está retenido en una casa, sino que está en la ciudad, además este posee a diferentes personas. Asimismo, la mayor diferencia entre esta película y las demás de la saga, es la transición que tuvo del género de terror al policiáco. Claramente, el miedo es algo que aún prevalece a lo largo de la historia, como es característico en las películas del Conjuro; pero ahora también se enfoca en la investigación.
Estas películas surgen con base en las experiencias de Ed y Lorrain Warren, quienes podrían ser considerados como los pioneros en la investigación paranormal. Ellos solían enseñar lo que conocían acerca de este tema y señalaron haber investigado alrededor de 10.000 casos durante su carrera. Este caso en específico surgió a raíz de la posesión de David Glatzel, el hermano menor de Debbie Johnson. Cuando el menor comenzó a ser atacado físicamente por este demonio, Arne invitó a que lo atacara a él, en vez de al hermano de su enamorada. Por lo que empezó a manifestarse de manera gradual, hasta que el 16 Febrero 1981, día en el que ocurrió el asesinato.
Durante la grabación del film, contaron con la presencia de los verdaderos Debbie y Arne Johnson. Algo en que los actores concuerdan en que sí los asustaba un poco, era escuchar las grabaciones de los exorcismos reales. Esto se realizaba varias veces durante el rodaje, es por ello que durante esta etapa de pre-producción contaron con la presencia de un sacerdote, que aparte de rezar previo a la grabación, echó agua bendita a las instalaciones. Asimismo, los actores no grabaron algunas de las escenas, ya que fueron contorsionistas los que salieron frente a cámaras en momentos como exorcismos.
Si bien, no se tiene que haber visto el resto de las películas para entender El Conjuro 3, sí hay diversas referencias a lo largo de la película. Por ejemplo, cuando el padre Kastner habla sobre su cuarto de artefactos, dice algo similar a lo que Ed expresa en El Conjuro, afirmando que en vez de quemar esa habitación, es mejor tenerla asegurada. Otro de los detalles que se muestra es que la pareja de esposos, recibe un ramo de flores de parte de la familia que aparece en la primera película. De la misma forma, en una escena se puede ver una fotografía de la hija del padre Kastner, y en la parte de atrás de la misma, se aprecia una silueta borrosa que podría ser el hábito de una monja. Esta foto pertenece al año 1952, año en el que los eventos principales de La Monja suceden.
Puede parecer extraño, pero una de las cosas que más destaca en esta saga de películas de terror es la relación que Lorrain y Ed tienen. De hecho, en un principio se iba a llamar The Warren Files, en lugar de The Conjuring. En esta película, por primera vez podemos conocer un poco más sobre la historia de Ed y Lorrain Warren, veremos flashbacks del primer momento en que se enamoraron.
Y es que la base de la relación que ellos tienen, lo mencionó Lorrain anteriormente. Él creyó en ella cuando nadie más lo hacía y es que, una persona puede cambiarlo todo. Es por ello que su relación es tan profunda, es por eso que tienen ese temor de perderse, ese sentido de protección del uno al otro, y esto no los hace más débiles, por el contrario, esta es la fortaleza que tienen ambos.
The Conjuring: The Devil Made Me Do It es una película que nos muestra cómo ciertos vínculos nos permiten atravesar situaciones complicadas. Tal como lo comenta, en forma de broma, la actriz que interpreta a Lorrain, Vera Farmiga: “Cada matrimonio tiene sus altos y bajos, pero el demonio es un verdadero bajo”. Y es que, ellos nos enseñan que si se tienen el uno al otro, no hay nada que los pueda derrumbar.


