
Reseña de «Free Guy»: la posesión del control en un punto no físico
¿Estamos en una simulación? O tal vez con un trasfondo más real: ¿está nuestra vida predestinada?
Posiblemente en esta reseña proponga un lugar más alto del que la mayoría podría esperar, pero es un tema personal, debido a que es la primera película que he visto sentado en una sala de cine después de meses en los que estaban cerradas por pandemia.
El característico humor de Ryan Reynolds combinado con el de Shawn Levy generaba una cierta curiosidad picante o incluso un grado de fascinación por lo que podía terminar siendo la cinta. El resultado es fresco a pesar de que muchas historias sobre personas tomando el control de sus realidades ya existen.
¿Estamos en una simulación? O tal vez con un trasfondo más real: ¿está nuestra vida predestinada? Es la pregunta premisa de varias cintas. Entonces, ¿que trae de nuevo Free Guy?
Empecemos con las similitudes. Esta película me hizo recordar mucho a «The Lego Movie» y a «The Truman Show». Tal vez con el ritmo y el humor más cercano a la primera que a la segunda, pero la calificaría como una combinación entre ambas, sin dudarlo. Concebí en mi subconsciente al personaje protagonista, interpretado por Ryan Reynolds, como una versión aún más caricaturesca de Emmet, el héroe elegido de la saga Lego.
Sin llegar a conspirar tanto como en «The Matrix», «Free Guy» presenta a Guy, un personaje no jugable en un videojuego mundialmente famoso, cuya cotidianidad apoya el curso de quienes se llevan la gloria. En pocas palabras, su vida es desechable como la de muchos otros seres que simplemente existen para que otros triunfen.
La vida suena miserable, pero para Guy es perfecta debido a que ha sido programado así. Y aquí entran a tallar las diferencias con otras historias que ostentan rupturas de realidades buscando el libre albedrío. Y es que Guy a diferencia de Neo o Truman, es una inteligencia artificial.
Como parte de este universo dentro del videojuego, los creadores originales que enfrentan al personaje del gran Taika Waititi por derechos de autor, existen patrones mentales basados en los seres humanos, lo que hasta cierto punto resquebraja la cosmovisión que tenemos sobre la programación del mundo virtual.
Su característica parte "humana" es la que ayuda a Guy, una inteligencia artificial, a pensar sobre el por qué tiene que ser una persona de segundo uso para el goce de muchos otros, y empieza a cuestionarse si él puede brillar también.
Esto probablemente vaya a generar posibles debates sobre el tratamiento que se les dará en un futuro no muy lejano a entes como Guy. Y lo más hilarante es que uno no esperaría eso de una comedia, aunque Shawn Levy me ha hecho reflexionar más de una vez, algo que rescato de su filmografía.
Guy intenta también compartir su conocimiento, trasladando la revelación a otros personajes que tenían su mismo estilo de vida a lo desplazado. Así, como todo un líder revolucionario, busca echar abajo al sistema; y esto a diferencia de otras cintas, no puede hacerse en un punto físico como tal, puesto que se hallan en un universo completamente virtual.
La película se toma sus respiros de toda esta crisis emocional y existencial para hacerte reír, tomando muchas referencias de la cultura popular que pondrá contentos a muchos fandoms, especialmente al de los videojuegos. Podría hasta augurar que para futuras generaciones pueda convertirse en un clásico.
Algo a rescatar es de que se hace una crítica sutil a la industria de los videojuegos, o si se quiere decir, a la del entretenimiento en general; la cual busca lucrar sin importar los perjuicios que pueda causar. Todo esto está representado muy bien en el personaje de Taika Waititi.
«Free Guy» es fresca y divertida, y es una buena opción para terminar un rato pensando un poco sobre nuestra libertad, y qué tan restringida está. La recomiendo ver en una pantalla grande, la experiencia fue grata debido a que tiene sus momentos visuales alucinantes.
Calificación: 7/10


