
Marxismo en el cine: El humor de los hermanos Marx
Cada uno presenta una característica especial, la cual permite desarrollar mejor su humor particular.
Ante algo innovador buscamos sorprendernos, mientras que frente a algo catalogado de cómico esperamos reirnos. Si ambos conceptos van juntos, se crea un espectáculo placentero. Eso es lo que caracterizó a los hermanos Marx, un humor en conjunto atractivo e individualmente épico, al contener cada uno un estilo innovador e incesante en sus películas.
Groucho, Chico, Harpo y Zeppo es el nombre artístico de los hermanos Marx. Cabe mencionar que este último solo apareció en las seis primeras películas. De esta manera, cada uno presenta una característica especial, la cual permite desarrollar mejor su humor particular.
Groucho es el más admirable. Tiene un bigote que parece haber sido pintado con brocha, lentes de metal y entre sus dientes sostiene un habano. Siempre sabio y astuto ante cualquier situación y pormenor, con una habilidad oral fluida, acompañada de ademanes rápidos y extravagantes que llevan a la solución del problema, la desesperación de su acompañante o el empujón necesario para que se desarrolle un hecho cómico o importante.
También tenemos a Chico Marx, con un humor al estilo italiano, juegos de palabras y confusiones, pero sobre todo es el único que comprende a Harpo. Este mantiene en todas las películas su principal característica: ser mudo como un mimo habilidoso. Sumado a ello, sus acciones son las que ahora se les asigna al personaje “tonto” en series y películas, pero llevadas al límite de lo infantil con incontrolables travesuras.
Aquello generó una identificación con los personajes que llevó a normalizar sus interpretaciones, generando en la audiencia, por ejemplo, la creencia de que Harpo era mudo en la vida real.
Lo particular del marxismo
Los tres hermanos Marx juntos alcanzaron el estrellato debido a su creatividad para poder hacer un humor diferente y llevarlo al tope del absurdo, otorgándole a cada personaje un sello inigualable que ante las situaciones inesperadas que ofrece el guión, nos genera risas incesantes y entretenimiento asegurado. A pesar de atravesar situaciones muy parecidas en las películas, en donde muchas veces son los héroes, el resultado siempre resulta divertido e ingenioso. Incluso descubrimos los talentos musicales de Chico y Harpo, sobre todo de este último, quien toca muy bien el arpa.
Son las situaciones en las que se ven envueltos o aquellas que sus acciones generan el sello imborrable del marxismo. Cada película ha dejado escenas memorables, como la escena del espejo en Sopa de ganso (1933), la escena del camarote en Una noche en la ópera (1935) o el secuestro en Plumas de caballo (1932). El surrealismo siempre presente los llevó a ser durante las grabaciones irreverentes y espontáneos, lo cual generó pequeños conflictos con los directores.
Siempre diré que vale la pena explorar las películas de los hermanos Marx. Añadiré tres más a las ya mencionadas: Los cuatro cocos (1932), Los Hermanos Marx en el Oeste (1940), y Amor en conserva (1949). en donde aparece una joven Marilyn Monroe. Finalmente, quiero mencionar que se puede conocer más de ellos en libros como Groucho y yo de Groucho Marx o el libro de Harpo titulado ¡Harpo habla!, se puede conocer más de su vida personal, anécdotas, personalidad fuera de la cámaras, opiniones, etc.; plasmado al fiel estilo del marxismo.


