Eternal Sunshine of the Spotless Mind

“Se puede olvidar lo que pasó, pero no cómo se sintió”

Quizás hablar de películas románticas suene aburrido y predecible, pues tenemos programado el formato de estas películas en la cabeza. Debo admitir que tenia el mismo concepto hace algunos años, pero una película me hizo cambiar mi punto de vista, y espero poder cambiar el tuyo. Eternal Sunshine of the Spotless Mind, me fascina, pues uno de sus puntos fuertes indiscutibles es su guion que, desde su lado subjetivo, con el uso de simbolismos, colores, y luces, nos cuenta una historia de amor, aunque para muchos de desamor. Que tiene elementos de misterio, drama incluso de comedia, diferente a lo que la gran mayoría de películas realizan, donde las parejas se enamoran y todo es felicidad sin problemas, y si los hay se resuelven fácilmente. Pero reconozcamos que en una relación hay mucho más que eso, resulta ser más compleja, pero a la vez muy enriquecedora donde hay momentos inolvidables casi perfectos que atesoramos en nuestros recuerdos con júbilo, pero nos encontramos también con momentos de cansancio, aburrimiento e incluso de tedio hacia la otra persona. Donde hay sonrisas, pero también hay lágrimas y mucho dolor, por ello, muy pocas veces una obra ha plasmado esta complejidad, que cada uno de nosotros ya pasó, está pasando o pasará en algún momento de sus vidas, como lo ha hecho esta película.

 

 

La historia aborda a Joel, interpretado por Jim Carrey, que al enterarse de que su exnovia Clementine, interpretada por una sorprendente Kate Winslet, decidió borrarlo de su mente, él opta por hacerse el mismo procedimiento. En el transcurso se da cuenta de que ya no quiere olvidarla por completo, pero lamentablemente él está dormido y muy poco puede hacer. Vagando por todos los recuerdos trata de hacer de todo por mantenerse junto a ella y no dejarla ir, pero la separación parece inevitable. Con la sensación de haber sido sacado de un libro de ciencia ficción, siendo el argumento basado en los libros La Hierba Roja y El arrancacorazones de Boris Vian, por momentos te sientes identificado por el nivel de realismo que tiene y en cómo tras la pantalla te puedes sentir muy identificado ¿A quién no le ha pasado? Esos momentos donde te dan ganas de tirar todo y dejarlo atrás ¿Será así de fácil? ¿Realmente quieres olvidarte de todo, de ella o de él?  

Con una creatividad e ingenio particular donde le saca la lengua a todas las críticas que aseguran que los efectos especiales han destruido la raíz de la esencia del cine por su uso desmedido en películas ya conocidas, pues esta los usa como herramienta para seguir y apoyar la narrativa no lineal creando atmósferas, dando ritmo y tono. La película cuenta con muchos elementos que permiten mejor su entendimiento e interpretación, como el vestuario, la luz, los colores cálidos y fríos, pero sobre todo un detalle que es difícil no darse cuenta, que es el cambiante color de pelo de Clementine, un punto que me gustaría ahondar, pero desearía que tú mismo lo veas y me cuentes que te hizo sentir o con qué lo identificaste.

En definitiva, esta es una de las pocas películas que luego de verla varias veces me sigue transmitiendo y enseñando cosas, porque uno crece y madura, igual que en las relaciones y siempre hay algo nuevo que aprender y mejorar. Más que recomendada esta obra y ¡Nos vemos en Montauk!

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Julio Tipiana Soy estudiante de Comunicaciones de la Universidad de Lima. Hasta el momento tengo 4 cortometrajes y he sido parte de otros proyectos que han sido distribuidos en algunos festivales. Me apasiona lo audiovisual y la fotografía, áreas donde busco experiencias para enriquecer mis conocimientos.
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