
¿Es Black Mirror la cuasi sublime y distópica concepción para el mundo moderno?
Un acercamiento general sobre la galardonada y controvertida serie de culto comprendida en ofrecer múltiples conjeturas matizadas crudeza y sátira dentro de futuros sumidos en el lado más oscuro de la vida tecnológica
Respuesta corta; no (por el momento). Entonces, ¿Cuál es el alboroto? ¿Qué novedad podría mostrar que no se haya visto antes? ¿Realmente vale la pena? Antes de disipar cualquier otra incógnita, es vital establecer desde la partida qué es Black Mirror, qué tiene para ofrecer, pero más importante aún; comprender el porqué es importante verla. Ahora bien, para centrarnos en el impacto que propició esta joya audiovisual, es necesario destacar 3 pilares fundamentales: La profundidad narrativa del relato, la posterior ejecución y la resonancia que tiene el clímax dentro de los finales en torno a la organización y sentido de la historia.
Por lo pronto, podemos iniciar por definir a “Black Mirror” como una antología serial de origen británico para TV y plataformas de streaming, cuyo eje central abarca la ciencia ficción en una realidad tecnológica indeseable, lúgubre y dramáticamente inmiscuida en la sociedad como un artífice necesario e inofensivo, pero que finalmente resguarda efectos plagados de incertidumbre. En cuestiones de trama, el creador y uno de los guionistas principales, Charlie Brooker, emplea narraciones de minitrama (argumento inclinado a resolver conflictos generados por aspectos intrínsecos de los personajes, el final es abierto, el protagonista pasivo, etc) con mucha asiduidad para el desarrollo de las historias, mientras presenta señales de arquitrama (relato que cuenta con un conflicto principal causado por factores externos, hay personaje principal activo, final cerrado, entre otros) y añade pizcas de antitrama (absurdismo, tiempo no lineal, casualidades). La dirección, por otro lado, es propuesta y ejecutada por distintos directores y representada, también por diversos actores en general, lo cual puede cumplir un rol fundamental para obtener el resultado deseado. En ese sentido, de acuerdo a (McKee, trad. en 2011) “Hemos de creer que la visión que se tiene sólo se puede expresar a través de una historia donde los personajes pueden ser más «reales» que la propia gente, que ese mundo ficticio es más profundo que el verdadero” (pág. 23).
En concreto, dentro del universo de Black Mirror, es posible contemplar que las historias no solo adoptan diversos tipos de narraciones y reciben múltiples visiones para la realización de los episodios, sino que también se resguarda en una modalidad autoconclusivo, es decir, el relato inicia y acaba en un mismo episodio. Cada historia es independiente de la otra; no obstante, comparten la misma premisa de paranoia y dependencia tecnológica, lo cual supone de forma consistente una exposición a diferentes perspectivas, personajes, y los finales, cuya base central puede manifestarse en 3 tipos; estructura profunda (pensamiento del relato), estructura superficial (trama del relato) y estructura discursiva (enunciación del relato) y, por tanto, existen dos tipos principales de finales (abierto y cerrado).
El final cerrado corresponde a un estilo de narrar sustentado en una comunicación indirecta y emocional que busca «el rapto» del público, un estilo basado en la causalidad (final lógico), la verosimilitud (final creíble), la identificación (final empático), la probabilidad (final imprevisible), la anticipación (final vaticinado), la polaridad (final positivo o negativo) y la intencionalidad dramática (final emocionante). (Diez, 2009, pág. 210)
Ahora bien, Black Mirror posee desde su estreno en 2011 a la actualidad en 2020 con 5 temporadas y 1 una película interactiva, sumando así un total de 23 historias, donde la película, titulada Bandersnatch ostenta de múltiples finales disponibles, los cuales nosotros podemos elegir mientras encaminamos el rumbo que puede tomar la historia de acuerdo a las opciones que nos van apareciendo conforme avanzamos, similar al estilo de la sublime obra literaria de Julio Cortázar, Rayuela. Sin embargo, pese a que la película pueda ser innovadora y atrapante por su formato, no es el relato cumbre de la antología de ciencia ficción. la temporada 5 mostró un declive sustancial muy notorio, dado que deja mucho que desear en cuanto a la calidad de las obras cinematográficas previas. No obstante, podemos continuar disfrutando del pulido y fantástico trabajo mostrado en el guion, dirección, actuación, producción audiovisual y postproducción. Estos episodios, a su vez, gozan de los finales más curiosos y son: “San Junipero”, “Vuelvo enseguida”, “Blanca Navidad”, “15 millones de méritos”, “Caída en picada”, “Cállate y baila” “Hang the dj” y “Toda tu historia”.
Los puntos previos manifestaron configuraciones básicas de la antología en mención, cuyo manejo fue ejecutado de una forma ingeniosa y brillante. Finalmente toca hablar del porqué de Black Mirror. ¿Por qué verla? Es menester considerar a la serie como una crítica pura y dura a la sociedad tecnológica que se puede contemplar a día de hoy. No podemos ignorar que los vicios y adicciones suscitados por el abrupto avance de la tecnología suscitan condiciones que emergen desde lo más oscuro de nuestro ser y nos tientan a perder nuestra esencia. A ese ámbito apunta la serie e intenta llevarnos hasta el punto de presenciar uno de los peores futuros que podríamos anhelar; convertirnos en una sombra inerte y exánime de lo que solíamos ser. ¿Imaginas un día donde te veas al espejo y observes un reflejo quebrado a dónde sea que se refleje tu humanidad física? ¿Serías capaz de ver el momento exacto donde tu cuerpo deje de ser el recinto que alberga el alma para aceptar ser un frívolo cascarón lleno de circuitos cibernéticos sin voluntad ni fuerza para decidir lo contrario? ¿Piensas esperar a que llegue el fatídico momento o vas a actuar para evitarlo? Supongo que solo hay una forma de averiguarlo. Después de todo, cada persona decide su destino, ¿Verdad?
Referencias bibliográficas
- Diez, E. (2009). Recursos terminativos en el relato cinematográfico. Signa Revista de la Asociación Española de Semiótica(18). Recuperado de https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=2777760
- McKee, R. (2011). El Guión. Story. Sustancia, Estructura, Estilo Y Principios De La Escritura De Guiones. El guión Robert McKee(23). (J. Lockhart, Trad.) Alba Editorial. Recuperado de https://tfreites.weebly.com/uploads/2/6/3/8/26387211/el-guion-robert-mckee-pdf.pdf


