
Eraserhead: retrato de una mente perturbada
Un breve recorrido en torno a la ópera prima de David Lynch
Eraserhead (1977) es el primer largometraje del género horror y ópera prima del director estadounidense David Lynch. La película cuenta la historia de Henry Spencer, un joven nervioso y angustiado, que acepta una precipitada paternidad que cambia por completo su rutinaria vida: Henry se convierte en padre de una criatura monstruosa.
Lynch comienza su carrera en el mundo del cine con esta película que marca el inicio de una serie de obras simbólicas y surrealistas sobre las principales inquietudes y angustias del hombre. Según el director, el poder del cine radica, justamente, ahí, en la capacidad de representar el inconsciente humano donde se presentan los más grandes temores, obsesiones y deseos reprimidos que ocultan un misterio sobre nuestra existencia, pero, donde, también, radica la motivación de esta.
Eraserhead es una película casi autobiográfica, ya que está inspirada en una experiencia personal del director durante su estadía en Filadelfia en 1970. Fue en esta ciudad donde Lynch descubrió su vocación cinematográfica y su imaginario estético que lo catapultarían al éxito, pero también donde se convertiría en padre por primera vez.
En ese entonces, Lynch habría tomado consciencia de poseer un modo de pensar personal, estimulado por una ciudad que percibía como un enorme ser en un continuo estado de agonía y de putrefacción debido a las diversas y complejas dificultades que vivió estando ahí y que se ven fuertemente repotenciadas el momento preciso en el que se convirtió en padre. Esto le generó bastante sosiego, angustia y temor constante debido a la sensación de que alguien dependería el resto de su vida de él; lo cual, sin duda, terminaría influenciando profundamente el desarrollo de Eraserhead.
Ahora bien, más allá de partir de una premisa aparentemente simple, lo que llama la atención de esta obra es su tratamiento bastante expresionista. Eraserhead es una película para ser experimentada más que explicada, según las propias palabras de su director. No es solo una historia de cosas oscuras y perturbadoras sobre el miedo a la paternidad, sino también una representación terrorífica y siniestra de la realidad.
La historia en la que gira en torno la película y la excéntrica forma en la que ha sido desarrollada, la han convertido en una de las obras del director para analizar, sobre todo, por su peculiar e indefinible naturaleza e imaginario estético. No obstante, desde ya la película se ha cuidado mucho de sembrar una constante incertidumbre y una única lectura inconcebible para el director.
Como se ha visto, Lynch busca elementos o sucesos personales para crear su obra y darles paso a diversas impresiones sensoriales, misterios y pistas que han sido vividas por él mismo, pero que, más tarde, le permiten dejar ocultas y escondidas aquellas cosas que en la vida cotidiana tampoco tienen una respuesta aparente. En ese sentido, la película no se atiene a ninguna convención ni se queda en un único tono de ser leído, sino que existe una libertad de interpretación otorgada por el propio director en torno a los misterios, elementos oníricos y siniestros que presenta.
La historia de Henry Spencer responde a una historia casi común sobre el miedo a la paternidad, una nueva vida de adulto, con lo que se supone mayor responsabilidad. Henry se esfuerza por comprender lo que le rodea desde el punto de vista de un adulto. Se esfuerza demasiado por tratar de comprender que olvida el control de la situación. Acepta su paternidad sin cuestionarla ya que está ocupado procesando toda la información e intentando comprender el porqué de todo. La vida le juega una mala pasada y pasa por encima de él. Ante tal impotencia, no es extraño que trate de escapar por medio de su mundo interior. De hecho, Eraserhead no es una película fácil de contar. No tanto por lo que ocurre ni por lo que supuestamente significa sino porque es más para sentir y pensar como el protagonista.
Lynch está interesado por cuanto sucede o se muestra dentro de cada plano, de cada escena para así generar una experiencia completa sensorial y de lectura. Inclusive, lo más complejo y perturbador de su escritura es la constate alternancia entre la vida real y la interna, que ocurre supuestamente en la mente de su protagonista, bien en sueños, delirios, pesadilla, no siempre queda claro, pero, lo que sí es evidente es que abre un espacio para el cuestionamiento y la lectura introspectiva de su obra. De esta forma, genera un misterio que fascina y una maravilla que asusta en sus obras con la intención de generar una experiencia más sentida que pensada, y más estética que narrada, pero, que represente una realidad no tan lejana a la que vivimos.
Finalmente, con Eraserhead, Lynch propone de manera introspectiva y expresionista un inquietante camino por alguna de las más recónditas y comunes obsesiones del ser humano, así como por su propio mundo interno e inconsciente. Es así como la película se configura como una proyección metafórica de su vida y el inicio de su trayectoria como un cineasta excéntrico, onírico y sumamente único.


