
Bacurau: el pasado en el presente, del Cinema Novo a la filmografía de Kleber Mendonça Filho
¿Qué tanto del pasado encontramos en las películas del presente?
Todo medio de comunicación tiene el potencial de convertirse en un instrumento capaz de transmitir una variedad de expresiones ideológicas, políticas, sociales y culturales. El cine, gracias a la vasta cantidad de herramientas audiovisuales que posee, permite poner en cuestión estos puntos de vista de formas creativas, potentes y diversas. A lo largo de su historia se han establecido movimientos cinematográficos que buscaron discutir, criticar y visibilizar la realidad de sus países, alejándose de parámetros o narrativas idílicas previamente establecidas por algunos modelos industriales-comerciales. Brasil es un ejemplo de ello: el Cinema Novo, iniciado en la década de los 60, deseó exponer la realidad del poblador brasileño con el objetivo de generar una transformación social en el espectador. Esta influencia conceptual se mantiene vigente a lo largo de todo el cine social realizado en Brasil, y es interesante observar de qué manera los movimientos nacidos en el pasado pueden convivir con propuestas más contemporáneas. Uno de los ejemplos más recientes de esto se encuentra en Bacurau, una película de Kleber Mendonça Filho y Juliano Dornelles, ganadora del Premio del Jurado del Festival de Cannes.
La película, desarrollada algunos años en el futuro, nos posiciona en el pueblo de Bacurau, un lugar abandonado por las entidades políticas brasileñas y con conflictos sociales ocasionados por la falta de agua, pero con una población que mantiene un fuerte sentido de comunidad y resiliencia para valerse por ellos mismos. Después de que todo el pueblo se reuniera para lamentar el fallecimiento de su matriarca, los habitantes se percatan de extraños sucesos que empiezan a ocurrir. Bacurau desaparece de todos los mapas digitales, se corta toda forma de comunicación con el exterior, y se revela que algunos habitantes empiezan a ser asesinados. El pueblo debe armarse, organizarse y prepararse ante el ataque inminente, que se descubre ser hecho por mercenarios norteamericanos, contratados para desaparecer a Bacurau y sus habitantes.
Bacurau nos relata la historia de un pueblo que necesita unificarse para poder rebelarse ante fuerzas que desean ponerse por encima de ellos. Esta base narrativa se puede conectar con películas del Cinema Novo. Dentro de la filmografía de Glauber Rocha –uno de los íconos del movimiento-, por ejemplo, se puede hacer una comparación entre Bacurau y Deus e o Diabo na Terra do Sol: la idea de que la tierra le debería pertenecer al pueblo brasileño, y no ser subyugado por figuras de autoridad está presente dentro de ambas películas. Asimismo, la segunda mitad de Bacurau incita a la acción, al uso de la violencia como forma de transformación propia, a una rebelión en defensa propia, tal y como se ve a lo largo de Antonio das Mortes (O Dragão da Maldade contra o Santo Guerreiro). Como ya fue mencionado anteriormente, es posible que al discutir las películas contemporáneas se remita a la base conceptual desarrollada en el pasado. Sin embargo, también resulta correcto independizar las películas de Mendonça Filho, para así observar de qué manera sus tres largometrajes de ficción (O Som ao Redor, Aquarius y Bacurau) se complementan temáticamente.
Regresemos al pueblo de Bacurau, y a la lucha persistente dentro de la comunidad para mantener a flote su pasado y salvaguardar el presente. La historia del pueblo moldeó a Bacurau y sus habitantes en lo que son ahora, y esa lucha para evitar que este supuesto “futuro” los desaparezca no es solamente una lucha por la supervivencia física, sino por la cultural. El tema del “pasado” y su importancia es transversal a las obras de Mendonça. Veamos O Som ao Redor, su primer largometraje de ficción: esta película entrelaza vivencias de diversos residentes de un vecindario de Recife, un lugar que trae consigo un pasado violento, pero que los recuerdos de opresión y brechas sociales han sido enterrados debajo de edificios nuevos e ignorados por los nuevos residentes. Muchas personas ignoran este pasado; hay otros que son conscientes de ello, pero deciden dejarlo oculto; y hay unas pocas que desean mantenerlo presente y vengarlo. La concepción del pasado es diferente en ambas películas: mientras en Bacurau es comunitaria, fuertemente aceptada por todo el pueblo, en O Som ao Redor se torna individualista, con menos presencia.
Esta diferenciación entre comunitario-individualista también se puede observar en la elección de protagonistas en estas dos películas. Bacurau nos pone al pueblo entero como protagonista, introduciéndonos en una historia que carece del tradicional héroe o heroína principal que enfrenta las adversidades, vence al mal y salva el pueblo. Este distanciamiento de las épicas tradicionales va acorde a la propuesta temática y conceptual mencionada anteriormente: una comunidad unida, que lucha por mantener vigente su realidad. O Som ao Redor tampoco tiene un personaje principal; sin embargo, son pequeñas historias individuales de la cotidianeidad de distintos personajes, cada uno llevando su vida y su pasado de formas diversas. La única de las tres películas de Mendonça Filho que consiste de un único personaje protagónico se puede ver en Aquarius: una empresa constructora quiere derrumbar el edificio en el que vive Clara, con la intención de construir un inmueble moderno. Ella se rehúsa a dejar el edificio, por lo que deberá aguantar la constante presión que le harán, buscando hacer que ceda y deje el predio. Clara se aferra a su edificio, al departamento en el que vivió ella y toda su familia, a los recuerdos que hay en ese lugar, y lucha para proteger el pasado de este pequeño universo que se encuentra en peligro de extinción.
Si hay algo que podemos sacar de estas líneas es la importancia del pasado, no solamente dentro de las películas de Mendonça Filho, sino también en el exterior de ellas. El cine con intenciones sociales nació con la crítica necesidad de poner en cuestión diversas realidades humanas, y el gran universo de películas realizadas bajo estos deseos terminan complementándose entre sí, construyendo una infinidad de ideas e historias. O Som ao Redor, Aquarius y Bacurau, con sus diversos puntos de vista y sus variadas estrategias audiovisuales, permiten innovar y mantener vigente un cine que desea ser un instrumento potente de comunicación. Una cámara en la mano y una idea en la cabeza, como dice el lema del Cinema Novo, y esperemos que a nivel latinoamericano y mundial nunca se dejen de realizar películas que mantengan vigente su pasado, progresen hacia el futuro, y digan con efervescencia que esta tierra y su cine no es de dios ni diablo, sino del pueblo.


