Animación para adultos: Cuando las historias son más que magia y fantasía

Desde utilizar la sátira para criticar la sociedad, hasta explorar la naturaleza humana.

Más allá de técnicas innovadoras y apartados visuales atractivos, el cine animado para adultos ha descubierto nuevas maneras de explorar la narración. Desde utilizar la sátira para criticar la sociedad, hasta explorar la naturaleza humana.

Si hablamos de cine animado, inevitablemente pensamos en las historias que nos hacían soñar cuando éramos pequeños: juguetes que cobran vida o princesas que hablan con animales, películas que marcaron el corazón del público infantil. Pero, ¿qué sucede cuando esta técnica se utiliza para tratar temas complejos y reflexivos desde una perspectiva adulta?

Una de las características más destacadas de la animación para adultos es su capacidad para abordar temas oscuros o controversiales que a menudo se consideran inapropiados para las películas convencionales. Tal es el caso de las aclamadas Waltz with Bashir (2008) y Persépolis (2007), que utilizan este medio para retratar los padecimientos de países en guerra, la identidad y las memorias de protagonistas enfrentando problemas sociales en naciones conflictivas.

Sin embargo, contar historias no dirigidas al público infantil no es algo nuevo. En la historia de la animación, encontramos la primera película animada, El apóstol (1917), dirigida por Quirino Cristiani. Esta película satiriza al mandatario argentino de entonces, Hipólito Yrigoyen, mostrando su intención de acabar con la inmoralidad y corrupción en Buenos Aires.

En las últimas décadas del siglo pasado y principios del actual, la animación para adultos comenzó a ganar reconocimiento y audiencia significativa. Películas como Heavy Metal (1981) y Fritz the Cat (1972) marcaron el inicio de una nueva era, desafiando las percepciones convencionales sobre lo que la animación podía lograr narrativa y visualmente.

La animación para adultos ha evolucionado de ser una curiosidad a convertirse en un género esencial y vibrante en la cinematografía contemporánea. Su capacidad para fusionar técnica visual avanzada con narrativas maduras y complejas la coloca en una posición única para expandir los límites de lo que el cine puede lograr.

Es probable que su impacto cultural y artístico siga creciendo en los próximos años. Como dijo el cineasta mexicano Guillermo del Toro: “La animación no es un género, es un medio y una forma de arte”, y estas historias nos plantean una nueva forma de ver el cine, tomando
una postura más madura y reflexiva.

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Gabriel Corbera Estudiante de Comunicación. Con una insaciable curiosidad y un fervor por el aprendizaje, me dedico a explorar la literatura y el arte con una perspectiva crítica. Mi habilidad para combinar pasión y análisis refleja una mente comprometida con el conocimiento y lo singular, y me permite adentrarme en nuevos campos con un pensamiento divergente.
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